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La propiocepción hace referencia a la capacidad del cuerpo de detectar el movimiento y posición de las articulaciones. Es importante en los movimientos comunes que realizamos diariamente y, especialmente, en los movimientos deportivos que requieren una coordinación especial. Tiene un efecto de fortalecimiento de la postura y de la fuerza muscular y crea una base que nos permitirá influir positivamente en los posibles desequilibrios físicos producidos por un cuadro patológico determinado.

Existen factores de riesgo intrínseco y extrínseco. Los primeros se refieren a variaciones o alteraciones anatómicas, incremento de la laxitud ligamentaria fisiológica e influencias hormonales. Los factores extrínsecos, destacan un acondicionamiento físico insuficiente como son los desajustes musculares, mal control neuromuscular (propiocepción) y mala ejecución de los movimientos corporales como el salto, el correr, etc.

El desarrollo de una buena coordinación permite, gracias a la experimentación de ejercicios creativos y variados, alcanzar un buen movimiento y desarrollar una nueva calidad de éste. Especialmente en el ámbito de la salud y en las actividades con niños y adolescentes, debería darse gran importancia a la coordinación y a la propiocepción. El sistema propioceptivo está compuesto por una serie de receptores nerviosos que están en los músculos, articulaciones y ligamentos. Se encargan de detectar el grado de tensión muscular y el grado de estiramiento muscular. Posteriormente, mandan esta información a la médula y al cerebro para que la procese y la mande a las estructuras específicas para que estas realicen los ajustes necesarios para poder conseguir el movimiento deseado teniendo en cuenta el grado de tensión y estiramiento correcto en cada momento.

Este sistema puede entrenarse a través de ejercicios específicos para mejorar la fuerza, coordinación, equilibrio, tiempo de reacción ante situaciones determinadas y a compensar la pérdida de sensaciones ocasionada tras una lesión y evitar el riesgo de que ésta se vuelva a producir. En estudios actuales se ha observado que el entrenamiento propioceptivo disminuye la presencia y la intensidad de dolor y en la mayoría de los casos llega a la mejora de la presencia e intensidad de dolor.

propiocepcion                        Trabajo-propioceptivo